Un buen remedio para aliviar el escozor son los gargarismos con tomillo. Hierva una taza de agua con 50 g de hojas de tomillo, deje reposar 10 minutos con la taza tapada y cuélela. Haga gargarismos tres veces al día.
Hojas de acanto
Los enjuagues de hojas de acanto sirven para curar las llagas y heridas. Cueza durante 15 minutos 50 g de hojas de acanto en 1 l de agua. Deje reposar, tapado, 15 minutos más y filtre. Cuando el líquido se haya enfriado, haga enjuagues de boca cada día antes de acostarse, hasta la desaparición de las llagas.
Jugo de tomate
Otro buen remedio para acabar con ellas es el jugo de tomate. Licue el tomate y, una vez licuado, mézclelo con una cucharada sopera de miel. Todo junto, úselo para hacer enjuagues bucales, asegurándose de mojar la parte llagada. Repita el enjuague dos o tres veces al día, hasta que la llaga desaparezca por completo.
Consejo extra
Los arándanos son una fruta muy astringente y de gran poder antiséptico, muy eficaces para combatir las úlceras bucales y las infecciones de encías.