Los aceites vegetales provienen de las semillas de ciertos frutos oleaginosos. Tienen textura aceitosa pero no te dejes engañar: ¡NO DEJAN LA PIEL GRASA! Simplemente la hidratan y la nutren en profundidad. Es más, casi todos ellos tienen la capacidad de regular y compensar los excesos y los defectos, aportan a la piel nutrientes naturales para estimular sus propias defensas. Para utilizarlos simplemente hay que aplicarlos en la piel como si fuese una crema, tonificando antes con un hidrolato natural.
Los mejores aceites vegetales para pieles acnéicas
**Aceite Vegetal de Jojoba: La Base Antioxidante**
El aceite vegetal de jojoba es uno de los más recomendados como base para elaborar mezclas de aceites vegetales y esenciales para pieles grasas o acné por dos motivos. Primero, es un aceite que se absorbe rápidamente (incluso en verano) y no es nada untuoso. Y segundo, porque es un gran antioxidante que estira la caducidad de otros aceites menos resistentes a la oxidación.
Además, regula la producción de grasa en la piel, posee una gran riqueza de vitaminas y minerales (con lo que proporciona a la piel nutrientes naturales que estimulan sus defensas) y tiene excelentes cualidades regeneradoras, y por lo tanto, es perfecto para pieles con acné
Es uno de los aceites más interesantes para utilizar como desmaquillador. (Aplícalo y retira la suciedad con un disco de algodón).
**Aceite Vegetal de Rosa Mosqueta: El Gran Regenerador**
El aceite vegetal de rosa mosqueta es uno de los que más estudios científicos lleva a sus espaldas ya que, en los últimos años, su sobresaliente capacidad para restaurar la piel ha despertado el interés de la ciencia y los estudios clínicos. De hecho, cada vez más profesionales de la medicina lo aconsejan en los tratamientos post-operatorios y cirugías plásticas para igualar la textura y el color de la piel.
Es un gran regenerador (arrugas, manchas, heridas y cicatrices, etc), que ayuda en la reparación de marcas dejadas por acné, hidrata en profundidad y aporta una notable cantidad de nutrientes naturales: sobre todo vitamina A y C, y ácidos gamma linoléico y transretinoico.
**Aceite Vegetal de Caléndula: El Calmante**
El aceite vegetal de caléndula destaca, principalmente, por su efecto antiinflamatorio y calmante. Es un aceite indicado en casos en los que el acné es doloroso o existe inflamación, ya que se trata de uno de los aceites vegetales más calmantes con propiedades analgésicas (suave), cicatrizantes y regeneradoras de la piel.
Por todas estas razones te proponemos este aceite, junto con la jojoba, para que lo uses como base en tus productos de nutrición e hidratación (cremas, aceites, etc), ya que sus características lo convierten en unasustancia muy adecuada en las pieles con acné.
Otra de las aplicaciones interesantes que puedes hacer con este aceite es utilizarlo para exfoliar la piel, junto con sal marina (estimula el crecimiento, arrastra las células muertas y nutre). Si quieres más información al respecto puedes visitar nuestro artículo remedios naturales para exfoliar la piel.
**Aceite Vegetal de Neem: El Terapéutico**
El aceite de neem se utiliza tradicionalmente para el tratamiento de afecciones de la piel, no solo acné, sino también dermatitis, irritaciones, infecciones, etc. Es un buen antiséptico natural (ideal para las infecciones producidas en los granitos) y antibacteriano. Además, se absorbe rápidamente y no deja sensación untuosa.
Eso sí, tiene un olor bastante desagradable, pero no dejes que eso te impida usarlo, ya que es muy eficaz
Se trata de un aceite especialmente indicado para el tratamiento de cualquier alteración de la piel
Aceites esenciales para el tratamiento de pieles acnéicas
Los aceites esenciales son sustancias mucho más concentradas que los aceites vegetales, más parecidas al agua que al aceite, que provienen de la destilación (u otros métodos de extracción) de plantas, tienen compuestos terapéuticos y su aplicación requiere dosis muy reducidas (gotas) y siempre debemos diluirlos en una sustancia conductora (aceites vegetales).
Estos son las más indicados para el tratamiento de pieles acnéicas:
**Aceite Esencial de Árbol del Té: El Antiséptico Natural**
El aceite esencial de árbol del té se puede usar directamente en la piel sin diluir.
Su principal uso tradicional es como antiséptico. Se utiliza, sobre todo, en caso de piel infectada (herpes, bacterias, heridas, granitos). De hecho, resulta un aceite muy práctico para desinfectar cualquier zona de la piel que haya sido atacada por bacterias. Cuando te salga un granito aplícalo directamente en la piel durante unos días hasta que se seque… lo hará rápidamente, ¡ya verás! Además, es un gran repelente de insectos (y como tratamiento contra los piojos).
**Aceite esencial de Lavanda: El Gran Regenerador**
El aceite esencial de lavanda es, sin duda, uno de los más útiles, prácticos y polivalentes y, desde luego, conviene incluirlo en cualquier mezcla porque aumenta la sinergia entre todos los aceites (hace que cualquier mezcla sea más efectiva), tiene una capacidad bastante llamativa para regenerar la piel y es un gran hidratante.
Al igual que el árbol del té, es otro de los aceites esenciales que puede utilizarse directamente en la piel, sin diluir, apto para todo tipo de pieles y con numerosas aplicaciones
Tiene propiedades sedantes, calmantes,analgésicas y antiespasmódicas.
**Aceite esencial de Tomillo: El Desinfectante Natural**
El aceite esencial de tomillo es uno de los aceites esenciales más indicados en caso de sufrir acné. ¿Por qué? Pues muy sencillo: porque es un poderoso desinfectante natural y tiene actividad antiséptica, al igual que el árbol del té. Además tiene un efecto astringente perfecto para pieles grasas.
Eso sí, es un aceite fuerte por lo que, aunque su uso es muy eficaz para tratar las pieles acnéicas, estádesaconsejado en caso de: embarazo, niños, enfermedades neurológicas, hipertensión o hiperactividad.
Siempre se debe usar diluido al 2% en uno o varios aceites vegetales.
**Aceite esencial de Geranio: El Regulador de la Grasa**
El aceite esencial de geranio es una esencia muy polivalente en lo que a cosmética se refiere, ya que es apto para todo tipo de pieles y proporciona una luminosidad y tersura que notarás en cuanto empieces a usarlo, ya verás.
En el caso de pieles acnéicas, se utiliza fundamentalmente porque regula la producción de sebo en la piel, es un gran regenerador, y tampoco debemos olvidar sus efectos sobre la grasa en el caso de la celulitis.
Este aceite debemos utilizarlo siempre diluido en un aceite vegetal (al 2%) y que su uso está desaconsejado durante el embarazo
**Aceite esencial de Limón: El Astringente**
El aceite esencial de limón (así como el propio limón) se ha utilizado tradicionalmente en tratamientos de belleza para pieles grasas o acnéicas por su gran poder astringente. Al igual que el geranio, regula la producción de grasa en la piel y es un buen desinfectante natural para los granitos.
Pero, antes de usar el aceite esencial de limón (o el limón o cualquier otro cítrico) es muy importante que sepas que es fotosensibilizante, por lo que se desaconseja tomar el sol después de su aplicación en la piel ya que pueden salir quemaduras o manchas.
Al igual que casi todos los aceites esenciales, se debe usar diluido en un aceite vegetal al 2%.
**Aceite Esencial de Manzanilla: El Antiinflamatorio**
Junto con la lavanda y el árbol del té, el aceite esencial de manzanilla es otro de los aceites esenciales que puede aplicarse en la piel sin diluir, y también es una de las opciones más indicadas en el tratamiento de pieles acnéicas o pieles sensibles. Eso sí, no está recomendado en embarazadas ya que es emenagogo (favorece la menstruación).
Su cualidad diferenciadora, así como la de la lavanda es la regeneración celular, la de la manzanilla es su poder antiinflamatorio y calmante de las zonas irritadas o áreas con acné doloridas e inflamadas.
También sirve para favorecer el sueño y tranquilizar poniendo simplemente una gota en la almohada antes de ir a dormir. El descanso profundo y reparador también es algo esencial en la recuperación de cualquier afección de la piel.
Para hacer mezclas
Para hacer cualquier mezcla, necesitarás un recipiente vacío de vidrio opaco (para conservar bien sus propiedades). Es necesario que sepas la capacidad del recipiente en ml.
Llena el recipiente vacío con aceites vegetales (utiliza un máximo de 3, llenando el recipiente con 1/3 de cada uno de ellos)
Añade los aceites esenciales: la mitad de la cantidad en ml del recipiente, en gotas. Por ejemplo, para un recipiente de 30ml, un total de 15 gotas de todos los aceites esenciales que quieras incorporar (usa un máximo de 4 aceites esenciales)
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